5 tipos de masajes para probar si te ejercitas
por Lindsay Tigar
Pregúntale a cualquier profesional del ejercicio físico y te explicará por qué es importante ejercitarte de manera consistente y también lo es darle al cuerpo la recuperación que se merece. Si buscas relajarte y restituir los músculos, existen varios tipos de masaje que deberías investigar. Más allá del alivio muscular, se ha probado que los masajes te protegen de dolencias como dolores de cabeza, ansiedad y muchos otros más, según la Mayo Clinic.
Aquí te dejamos una lista de cinco tipos de masajes que debes probar la próxima vez que decidas darte un regalo:
1. Shiatsu
El shiatsu se inspiró originalmente en la medicina china, según la Sociedad de Shiatsu. Este masaje es ideal si prefieres un ejercicio más intenso, como boxeo, entrenamiento de intervalos de alta intensidad o largas carreras en la trotadora. En este tratamiento, puedes esperar mucha elongación que te ayuda a que las articulaciones se muevan fácilmente y en conjunto, lo que te preparará para el próximo ejercicio. El terapeuta probablemente moverá tus brazos y piernas, lo que aumentará, también, tu movilidad y flexibilidad.
2. Sueco
Si tu idea de masaje es la que se ajusta a la lógica tradicional, ambiente relajado, música suave y un masaje tan reconfortante que podrías dormirte, prueba el masaje sueco. Es un gran masaje para personas que nunca se hicieron un masaje o que simplemente buscan algo estándar. La intensión no es hacerte doler sino estimular la circulación sanguínea y ayudarte a relajar el cuerpo, explica Massagetique. Especialmente para corredores que sufren de tensión en la cadera o dolor en las piernas, el masaje sueco te ayudará a recuperarte con un toque Zen.
3. Tejido profundo
La mala noticia: probablemente sientas un poco de dolor durante el tratamiento de 60 minutos. La buena noticia: te despertarás al siguiente día sin tensiones y listo para ir a tu clase favorita o tu rutina de gimnasio. En este caso, el terapeuta se enfocará en las áreas de tensión, ya sea que estén en la parte superior o inferior del cuerpo, el cuello, los hombros o las piernas. La razón de que esta sesión pueda ser incómoda está en el nombre: el masaje de tejido profundo atraviesa las capas para asegurar que te cures de adentro hacia afuera.
4. Piedras calientes
Tal vez tu actitud hacia el ejercicio no es tanto qué tan alto puedes llevar tu ritmo cardíaco sino más qué tan rápido y con qué precisión puedes dominar tu flujo vinyasa. Para quienes eligen relajarse por sobre elevar las revoluciones por minuto, el masaje con piedras calientes puede ser una mejor elección para recuperarte. Esta técnica relajante utiliza piedras calentadas a 62 grados para aliviar nudos, tensiones o zonas problemáticas que tengas en el cuerpo, explica Healthline. La forma y textura de las piedras te ayuda a relajarte y permite que el terapeuta se concentre en zonas de difícil acceso.
5. Silla
Si la idea de que un masaje a cargo de un desconocido te genera más estrés que relajación, no temas. Existen otras opciones. Las sillas de masaje pueden aliviar la tensión muscular y el dolor de espalda de la misma forma que el masaje manual. Si bien comprar una silla de masaje puede resultar una inversión cara, puedes saltarte ese paso si te inscribes en un gimnasio que ofrezca ese beneficio como parte de tu membresía. Al pensar que tus músculos necesitarán más alivio después de un duro ejercicio, esta opción es conveniente (y más barata).