Ayuda a tu hijo a establecer una relación saludable con el gimnasio
El trabajo de ser padre puede ser demandante y gratificante al mismo tiempo. A medida que tus hijos crecen y maduran, tu rol adquiere nuevas dimensiones y responsabilidades. Si bien puede resultar impactante que tu bebé de repente se convierta en un adolescente; a medida que te vuelves más grande, tienes más oportunidades de presentarles tus pasatiempos y pasiones favoritas. ¡El gimnasio no es una excepción!
De hecho, incentivar la actividad física en los adolescentes puede tener un impacto positivo significativo en la salud y la felicidad de tus hijos en general. Cuando tu hijo o hija comienza a jugar deportes en equipo en la escuela secundaria, invitarlos a tus sesiones de gimnasio puede resultar una experiencia divertida. Puedes usar el tiempo para mostrarles cómo usar las diversas máquinas (y establecer vínculos).
Ayudar a tus hijos adolescentes a establecer una relación saludable con el gimnasio, el ejercicio y el bienestar en general podría proporcionar muchos beneficios, para ellos y para ti. Esto es lo que debes saber.
Deben ejercitarse al igual que tú
Mientras que las demandas físicas cambian con la edad, en términos generales, casi todos necesitan algún tipo de actividad que eleve el ritmo cardíaco para mantener la vitalidad. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), los niños necesitan realizar tres tipos de actividades físicas diferentes: aeróbica, de fortalecimiento muscular, y de fortalecimiento óseo.
Para desarrollar el estado físico en los adolescentes, el ejercicio cardiovascular es el más importante. Los CDC recomiendan 60 minutos o más, tres veces a la semana. El trabajo de fuerza también debería realizarse tres veces a la semana, ya sean flexiones de brazos, dominadas, o entrenamiento con pesas. Para mantener los huesos saludables, los CDC expresan que trotar es un ejercicio efectivo, y debería realizarse tres veces a la semana.
Tú incentivas a tu hijo
¡Recuerda dar un buen ejemplo! Según diversos estudios, existe una correlación entre la manera en la que tu hijo percibe la actividad física y la manera en la que tú te refieres a ella (y, por supuesto, cómo la practicas).
El mero acto de incentivar a tu hijo o hija para que te acompañe a una sesión de ejercicios podría ayudarlo a generar un buen concepto sobre correr, levantar pesas o bailar. El estado físico de los adolescentes generalmente se define en las primeras etapas de la preadultez, por lo tanto resulta imprescindible hacer que comiencen lo antes posible y guiarlos en el desarrollo de un placer por el hábito.
La actividad física puede ayudar a tu hijo adolescente a construir autoestima
Con los cambios hormonales, las nuevas exigencias de sus trabajos escolares, y más responsabilidades, las edades entre 13 y 18 años pueden ser de cierta manera complicadas para muchos niños. Pero con un enfoque de actividad física en adolescentes, tu hijo puede construir la confianza y la auto-autoridad que necesita para permanecer centrado y seguro en sí mismo.
Los estudios han relacionado directamente la actividad física con la percepción que tenemos de nosotros mismos , ejemplificando que con cada milla completada y cada repetición contada, nos sentimos mejor en relación con todos los aspectos de nuestras vidas. Una apreciación del ejercicio podría ayudar a tus hijos a ser mejores amigos, estudiantes más aplicados, e individuos más equilibrados a nivel general.
El ejercicio podría ayudarlos a mejorar las calificaciones de sus exámenes
Es posible que no lo creas, pero un día, ese niño volará en busca de su propio lugar. Pero para lograr el éxito a nivel universitario, estudiar es de suma importancia.
¿Una manera de ayudarlo a mantenerse concentrado? A través de una rutina de gimnasio. ¡Así es! Los estudios han indicado que desarrollar el estado físico en los adolescentes está vinculado con la obtención de niveles de CI más elevados en adultos jóvenes. Tiene sentido. Realizar ejercicio al mediodía también puede ayudarte a permanecer concentrado en un proyecto del trabajo.
Así que cuando tú (o tu hijo) tengan días estresantes, ¿Por qué no sugerir un viaje en familia al gimnasio? Como siempre, consulta con un médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicios. Consulta toda la exención de responsabilidades médicas aquí.