¿Quieres volver a una rutina? Regresa con todo siguiendo estos consejos.
por Lindsay Tigar
A veces, cuando estás en la búsqueda de tu camino en el gimnasio, puede que te caigas del tren; pero no hay problema. Cualquiera sea la causa que te aleje, siempre existe una buena razón para volver a una rutina; aunque haya pasado mucho tiempo desde la última vez que pisaste el gimnasio.
En vez de culparte por no seguir tu rutina, trata de ver el comienzo de una nueva estación como una oportunidad para volver a la acción y para recomenzar con la cabeza puesta en los días soleados que nos esperan. Para desarrollar hábitos saludables de entrenamiento, es importante encontrar formas de motivarnos y volver a nuestra rutina de ejercicios. A continuación, encontrarás algunas ideas que pueden encender tu motivación.
1. Levántate 15 minutos antes
¡O media hora antes si puedes lograrlo! Hay estudios que demuestran que no solo a quien madruga Dios ayuda, sino que también quien madruga puede mantenerse en un programa y desarrollar hábitos más saludables en general.
Para volver a una rutina, no cambies tu alarma de las 8 a. m. por una a las 6 a. m. que te genere desilusiones. En vez de hacer eso, comienza por levantarte 15 minutos antes, descontando 15 minutos cada día. Esta puede ser una forma más gradual de obtener tiempo para ejercitarte, tomar un café, leer o disfrutar de una larga ducha. Y, como estamos en primavera, al estar más tiempo despierto podrás disfrutar más de estos hermosos días.
2. Fíjate metas... y recompensas.
El crear metas inteligentes y emparejarlas con recompensas puede ser una gran forma de ayudarte a retomar tu rutina. Este es un truco que muchos padres utilizan para lograr que los niños ayuden en las tareas de la casa, pero el mismo método puede funcionar también con los adultos.
Tal vez quieras ir al gimnasio cuatro veces a la semana o correr una milla sin parar. Sea cual sea la meta que te pongas, trata de emparejarla con algo que realmente desees: un nuevo exprimidor, un colorido par de zapatillas o incluso un fin de semana largo con aquellos que más quieres.
3. Consigue un compañero
Ya sabes lo que dice el dicho: los números son fuertes. Encontrar un amigo que también disfrute del ejercicio puede ayudarte a mantener la constancia, si ese es uno de tus problemas. Aún cuando no vayan juntos al gimnasio todos los días, tener a alguien que te aliente a seguir yendo puede influenciar mucho sobre tu actitud.
4. Sal a ejercitarte
Dentro de muy poco podrás guardar las botas de invierno y sacar las sandalias y mocasines. La llegada de la primavera implica un mejor clima y esto permite que tengamos más tiempo para ejercitarnos al aire libre.
En los días en los que no tengas tiempo para ir al gimnasio, simplemente ve a caminar o a correr, si te sientes más a gusto con esas opciones. Sea cual sea la rutina que elijas, el sol venidero puede hacer más placentera esta experiencia. Después de todo, ¿qué mejor época que la primavera para retomar tu rutina?
Como siempre, consulta con un médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicios. Consulta toda la exención de responsabilidades médicas aquí.