¿Buscas un compañero para hacer ejercicio? Aquí te damos 5 consejos para encontrar al perfecto.
¿Cómo puedes sacar el mayor provecho de una sesión de ejercicio? Búscate un compañero. El hecho de tener a un compañero para hacer ejercicio te puede motivar para ir al gimnasio y echarle más ganas al estar ahí. Sin embargo, primero tienes que escoger con prudencia, ya que no todos los amigos son ideales para ser compañeros de gimnasio. Los siguientes consejos te pondrán en el camino correcto para encontrarlo.
Consejo 1: Los polos opuestos NO se atraen.
¿Acabas de tener un bebé y estás entrenando para la primera carrera de 5 km de tu vida? Pues bien, puede que una experimentada corredora de maratones que no tenga hijos, con todo y que sea muy amable, tal vez no comprenda tu situación. Con esto no queremos decir que no puedas hacer que funcione, pero es mucho más sencillo sincronizarse y mantener la motivación, si tú y tu compañero de ejercicio tienen un nivel de condición física y metas similares.
Consejo 2: Trata de tener un poco de competencia sana.
Hay estudios que sugieren que las personas se esfuerzan más si compiten con un compañero de ejercicio, en lugar de solo recibir apoyo de esa persona. Eso no quiere decir que hay que vencer de forma despiadada al contrincante como en los programas de televisión, más bien es cosa de tener ese pequeño impulso de ganarle al compañero. Y que también este desee hacer lo mismo. Eso les servirá para darse ánimo en lugar de caer en el relajamiento.
Consejo 3: Ten cuidado de aquellos a los que les da temor comprometerse.
Antes de siquiera poner juntos un pie en el gimnasio, establezcan un horario realista. Luego comprométanse a seguirlo y entre ustedes. Hablen de lo que pasaría si surge un asunto de trabajo o de familia, y luego intenten ir juntos al gimnasio. Una alarma que indica que tu compañero de ejercicio no es el “indicado” es si la persona empieza a cancelar las idas al gimnasio o a cambiar a cada rato la hora de ir. Una o dos veces está bien, ya que a todos nos suceden cosas, pero, ¿a cada rato? Entonces es posible que tengas que buscar a alguien que sea más constante y formal.
Consejo 4: Debes disfrutar la compañía de la persona… pero no tanto que se te olvide hacer ejercicio.
Por supuesto que es importante que el compañero nos haga reír y sentir bien. Sin embargo, si te la pasas echado en la almohadilla hablando del trabajo, de la familia o de anécdotas de los niños, pregúntate si realmente estás haciendo ejercicio o si solo te la pasas socializando con tu ropa del gimnasio.
Consejo 5: Fíjate si la persona está dispuesta a intentar nuevas cosas.
¡Eso va para ti también! Al cuerpo (y a la mente) le encanta cada vez que cambias de rutina. Eso podría significar dejar la trotadora para hacer levantamiento de pesas, probar diferentes aparatos o agregar ejercicios abdominales a la rutina. Resulta útil tener un compañero de ejercicio que esté dispuesto a explorar junto contigo nuevos terrenos. El hecho de que los dos sean principiantes les puede dar la confianza para atreverse a hacer nuevas cosas.
Además recuerda: solo tienes que ser tú mismo. Hay una buena cantidad de compañeros de ejercicio en el… gimnasio.
Hablar con un posible candidato a compañero no tiene que ser como una entrevista de trabajo. Si tienes la curiosidad de pedir un “currículum de ejercicio”, puede que estés yendo muy lejos. Lo que sí puedes hacer es preguntar acerca de las metas y el horario, y ver qué tipo de vibraciones hay entre ustedes. Ya después habrá tiempo para animarse, motivarse y ponerse a trabajar. Por cierto, hablando de motivación, -ERR:REF-NOT-FOUND-aquí puedes encontrar más.